El deslizar de mi mano
le lleva de tu cadera
a la espalda baja,
mi mano traviesa
te toma con fuerza,
te acerca a mí.
Miró profundamente
en esos ojos inmensos
en ese brillo intenso,
me ciega,
no sé lo que hago
para merecer esto,
acerco mis labios
a los tuyos,
danzan ambos
en esta pista oscura,
con el ritmo
del tintineo de las estrellas,
no pierden el paso
pero se cansan de tanto
haber esperado,
este momento.
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