“Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, yo creo
que estamos hechos historias” dice Galeano.
De dudas, de pasiones, de emociones, de pecados, de la
sobrante imaginación, de sueños y de pesares, estamos hechos al despertar, al
dormir, al pensar.
Porque no siempre pienso para existir, en los momentos donde
estoy más seguro de mi existencia es cuando menos puedo organizar el
pensamiento. Momentos en los que me abarroto de emociones y lo último que puedo
hacer es llegar a emitir una idea cuerda, una razón.
Mi nombre es Alejandro, soy un jovenzuelo de 24 años de
edad, los amigos que me leen dicen que parezco ser mayor en mis letras y menor
en mi felicidad. ¿Por qué es que se tiene pensado que entre más años se
cumplen, menor es la alegría? ¿Acaso nos está consumiendo la sonrisa la vida?
Me gusta todo lo que una pregunta conlleva, ese mortal
veneno en la punta, esa estocada directa al pensamiento. Lo más sorprendente es
nuestro temor a las respuestas, siendo que la asesina es la duda, “la verdad
nos hará libres” dijo Jesús el hijo de Dios.
No me gusta adentrarme a la religión porqué impongo mis
dudas a quienes me leen, y terminan a veces más confundidos que yo.
Pero siempre me taladra el pensamiento un bonche de dudas,
atadas a este tema.
¿Por qué yo? ¿Qué quieren de mí? ¿Si hay miles de galaxias
en el universo que tienen planetas en la zona habitable, y hay seres
inteligentes, por qué habría de ser nuestra religión la verdadera? ¿Acaso somos
dignos de salvarnos? ¿Qué pasará al morir, mis dudas me condenarán? ¿Por qué
necesitamos de una religión para ser buenos? ¿Por qué he sido dotado de
inteligencia, si esta me condena a la duda más que a la fe?
Así paso las noches, en vela, haciendo preguntas al viento
sin obtener respuesta.
Pensar que todo esto lo hago en silencio, incluso el
escribir, lo hago sin mover mis labios. Maravilloso pedazo de vida que es la
escritura, una comunicación de lo más exacta sin tener que mover los labios,
poder decir una estupidez sin tener que escucharla salir.
¿Del porqué de mis silencios? Me encanta la calma, la paz;
no me malinterpreten también amo la música, pero el silencio es tan seductor.
Incluyente con la soledad y el pensar con claridad; sé que no soy antisocial,
sólo que hay momentos en los que decido no ensuciar el silencio con un sonido
tan vulgar, con algo tan dispar al sutil gemido.
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