octubre 09, 2013

De bellezas


Mirar al cielo es un placer,
igual que lo es el ver un amanecer,
la noche estrellada capta las miradas,
la luna da luz a quien persigue,
el viento en los arboles les susurra
en forma de canción sus oraciones,
el agua fluye en los ríos
con un sonido relajante,
las aves cantan cerca de un público
buscando crear más artistas voladores,
las nubes ocultan la desnudez del cielo
formando figuras para distraernos,
todo es armonioso
y existe a razón de un observador,
aun así no es celestial o divinidad,
por eso creo que puedo dejar la belleza natural
para aquellos que no puedan mirar tus ojos.

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