Recitaré poesía con mi lengua entre tus piernas,
admiraré el excitar en tus ojos como las piezas de Goya,
con gran admiración y miedo,
miedo de no volver a ver ese iris color caramelo,
con un brillo que opacaría cualquier explosión estelar,
pues es la vida que posees en tus ojos;
la de miles de estrellas.
Y sólo porque sé que lo deseas,
te tomaré tus piernas como si fueran de cristal,
las tocaré con el sentimiento que se toca un violín,
pintare con besos el lienzo de tus pechos,
rasgare tu espalda para encontrar tu alma,
estaré dentro de ti
y haré que tu voz entrecortada diga que me amas.
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